Jōren-ji

Morada de la Armonía

Designado como Lugar de Patrimonio Nacional de Japón

Antiguamente, este templo se llamaba Jōren-ji, dedicado durante varios siglos a alcanzar la tranquilidad espiritual y salvación budista recitando el nombre de Buda Amida. No obstante, en los últimos años nuestra visión ha cambiado y se ha iniciado una nueva etapa centrada en ser la Morada de la Armonía. El nombre japonés es Tomo-iki no Sono (literalmente, «jardín de la simbiosis», reflejando la idea budista de interconexión entre todos los seres vivos).

Este lugar se halla rodeado de la belleza de las cuatro estaciones y tiene lazos históricos con el maestro de haiku Matsuo Bashō. La esperanza de la Morada de la Armonía es que los visitantes descubran algo nuevo al visitar lo viejo, y que esta experiencia de vida puede brindar una oportunidad, de una manera modesta, para traspasar el círculo natural de la vida entre padres e hijos, a de persona a persona.


A quienes visiten este lugar, les pedimos que olviden cualquier diferencia de nacionalidad, etnia y religión, así como de edad, el género y de clase social.

En el ciclo natural de la vida que nunca deja de cesar eternamente, desde un pasado sin principio hasta un futuro sin final, a todos se nos otorgan vidas finitas para ser productivos en cada nacimiento y cada muerte.

No podemos vivir en ningún momento en ausencia del otro.


1)En la entrada de la sala, primero mire a la máscara Cantata, colgada en la pared, vislumbre su corazón y libérese de su ego.

2)Tras ello, ingrese al salón principal, realice una oración ante la estatua del Buda Amida y entable un diálogo interno con la estatua de Matsuo Bashō, la pintura del cielo raso la caligrafía y las demás obras de arte.


Mientras lo hace, escuche el despertar que se abre en su corazón.

La Morada de la Armonía aspira a ser un espacio que inspire. Bienvenido sea usted.
Entre por la puerta que le lleva a otro mundo, en donde lo viejo se vuelve nostálgico y alienta el alma cansada, convirtiéndose en un ser nuevo.